Fundación Haciendo Ecuador

Ecuador: Participación de la mujer en procesos electorales sigue en un rol secundario

Tres mujeres, una a la presidencia de la República y dos a la vicepresidencia, de un total de ocho binomios terciaron en las elecciones del 2017. Cuatro años después, en las listas de presidenciales del total de participantes solo una mujer es aspirante a Carondelet y otras nueve van por la segunda magistratura.

Mientras que de las 17 listas de organizaciones políticas que van con candidatos a asambleístas nacionales solo cuatro están lideradas por mujeres.

Para representantes de varias organizaciones que luchan por los derechos de las mujeres estas cifras siguen siendo mínimas. Algunos consideran que el hecho de que consten en las listas con un porcentaje determinado es ya un logro, para otros en este cambio se debe exigir a los partidos políticos que cumplan reales procesos de formación política tanto para mujeres y hombres en igualdad.

Según el artículo 65 de la Constitución, “el Estado promoverá la representación paritaria de mujeres y hombres en los cargos de nominación o designación de la función pública, en sus instancias de dirección y decisión, y en los partidos y movimientos políticos. En las candidaturas a las elecciones pluripersonales se respetará su participación alternada y secuencial”.

En el presente proceso electoral entrarán en vigencia las nuevas reformas del Código de la Democracia, publicadas en el Registro Oficial del 3 de febrero del 2020, que establecen, entre otras, un aumento progresivo de las mujeres en la participación electoral.

De acuerdo con las reformas para este año, en las candidaturas pluripersonales el porcentaje mínimo de encabezamiento de mujeres en las listas a nivel nacional por organización política será del 15 %. En los próximos comicios seccionales, posteriores a la vigencia de esta ley, el porcentaje de listas encabezadas por mujeres en candidaturas pluripersonales y unipersonales será mínimo del 30 %. Y en las próximas elecciones generales alcanzará un 50 %.

En Guayas, en las elecciones del próximo 7 de febrero participan 17 organizaciones políticas con unos 355 candidatos a asambleístas para las cuatro circunscripciones que integran la provincia. De este total, unas 156 mujeres constan como principales y 166 como suplentes.

Como cabeza de lista solo hay 23 mujeres: 6 en la circunscripción uno, 3 en la circunscripción dos, 7 en la circunscripción tres y 7 en la circunscripción cuatro.

Mónica Banegas, directora de la Fundación Haciendo Ecuador y del Observatorio Nacional de la Participación Política de la Mujer, dice que está demostrado que la mujer sigue en un rol secundario, e incluso han observado que el discurso va encaminado a dar apoyo al que encabeza la lista o al hombre que está de candidato presidencial.

“Me decía algún presidenciable por qué las mujeres exigimos que se ponga en las listas y por qué esto no podría ser un tema de voluntad, le dije porque efectivamente no hay voluntad política y el reflejo claro es que de los 16 binomios presidenciales solo una mujer encabeza la lista”, añade.

La expectativa se da hacia el 2025, cuando serán obligatorios los binomios paritarios: hombre-mujer, mujer-hombre, dice. “Nosotros teníamos Ley de Cuotas desde 1997 y apenas en el 2009 se cumplió el 50 % y 50 % en teoría, es decir, en inscripción de listas ante el Consejo Nacional Electoral, pero en la práctica no se refleja ese 50 %, (…) la ley no es suficiente, se necesita que la población se empodere y tome la decisión firme de votar por mujeres”, expresa.

Ruth Hidalgo, directora de la Corporación Participación Ciudadana, coincide en que no se ve un mayor porcentaje de las mujeres encabezando listas, sino que siguen ocupando segundos y cuartos puestos con la mínima o nula posibilidad de asistir a las sesiones o participar activamente.

Hidalgo expresa que siempre es un logro el contar con nuevas normas que refuercen la ejecución del derecho, porque parte del problema es que no ha habido un ambiente habilitante para la participación política de las mujeres, por lo que se debe seguir presionando desde la sociedad civil y de los movimientos de mujeres para que se cumpla.

Ante los cuestionamientos de si la mujer está o no preparada para asumir un cargo político, Hidalgo señala que esas mismas preocupaciones se las deberían hacer a los hombres, también sobre si están o no listos para ejercer un cargo público o un puesto político.

Considera que se debe romper esa idea estructural equivocada. Hay más mujeres en el Ecuador que inclusive tienen más títulos técnicos, sociales, económicos, y más bien lo que se debe hacer es tender hacia un pensamiento de igualdad de condiciones y de participación, añade.

“Las organizaciones políticas tienen una deuda histórica con las mujeres, pero creo que esa deuda refleja la debilidad propia de los partidos políticos, porque todavía seguimos con partidos con élites políticas impenetrables que no permiten que mujeres tomen o tengan puestos de decisión”, expresa.

Cecilia Calderón, con experiencia en la política y candidata en el 2019 a la Prefectura del Guayas por Juntos Podemos, dice que además de lograr una participación igualitaria de la mujer en procesos políticos se debe exigir al mismo tiempo en el Código de la Democracia que los partidos políticos asuman responsablemente su misión, que consiste en la organización popular, en la capacitación para el liderazgo y en las propuestas de soluciones para los problemas de la comunidad.

“Mientras en los partidos políticos no se considere a la mujer como una persona con capacidad de hacer propuestas de cambio y no se la tome en serio en cuanto a su capacitación cívica, política e ideológica, no habrá cambios”, insiste.

Para Calderón la reforma debe ir encaminada a crear verdaderos partidos políticos. “Esa es la gran queja de las mujeres, no es que seamos más, ya somos suficientes, tenemos la ley, yo no creo que se necesite más de ella, la queja de las mujeres es que eso está escrito en la ley pero no hay una real participación”. señala.

En estas elecciones se dará una nueva forma de votación que será cerrada, es decir, por una sola lista. Este método para algunos movimientos por los derechos de las mujeres podría permitir que se incremente el porcentaje de asignación de escaños para las mujeres.

Marcelo Espinel, director del Observatorio Legislativo, dice que sin duda las listas tienen que ser integradas por hombres y mujeres; sin embargo, cada partido político es el que escoge si tiene que ser encabezada por un hombre o una mujer, y de acuerdo al método de asignación de escaños que se usa generalmente los que encabezan las listas son los que tendrán mayor probabilidad de llegar a formar una curul.

Espinel cree que se hace un análisis muy escueto sobre la presencia o no de las mujeres en el Parlamento, y menciona como ejemplo el periodo 2013-2017, que fue el de mayor cantidad de mujeres en la historia legislativa; pero si se hace un análisis profundo del tema hay que evaluar la capacidad o la cantidad de mujeres reelectas del Parlamento y si es que la legislación que se presenta, se discute y se aprueba dentro de la Asamblea favorece o no a las mujeres.

Dice que la reforma más fuerte se dará en el 2025, en que entrará en vigencia la obligatoriedad de que los binomios presidenciales y las candidaturas a los gobiernos locales sean encabezadas también por mujeres y exista una paridad de género. La verdadera participación de los grupos excluidos no debe ser únicamente en el momento de la elección, sino garantizando que sean parte de procesos de formación y de militancia, señala.

Andrea Quijije, vocera del Movimiento de Mujeres, menciona que parte del trabajo que realizan con las mujeres son las aulas cívicas con adolescentes y jóvenes, en las que no solo se habla de violencia física, sexual o psicológica, sino que son un espacio donde las mujeres abordan sobre política para ser una herramienta de cambio.

“Estamos trabajando para un espacio con voz, decisión, un espacio donde podamos decir las cosas tal y como las sentimos o las pensamos y transformar la realidad en la que vivimos. No nos basta que el Código de la Democracia diga que vamos a tener un 50 a 50 o que vamos a tener representatividad o que va a haber una democracia con equidad, porque así es como la presentan (…) pero lamentablemente no se está cumpliendo”, indica.

Fuente: Agencia Nodal/El Universo/ PerúInforma.com

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