Fundación Haciendo Ecuador

Impacto de la violencia política de género

Autora: Yamileth Silva.

La violencia política de género es un fenómeno que afecta gravemente a las mujeres que ocupan cargos públicos y posiciones de poder. Este fenómeno tiene consecuencias perjudiciales para las mujeres que lo sufren y para la sociedad en su conjunto, hasta el punto de afectar el desarrollo de la misma.

Si bien, en el contexto político la violencia es un tema recurrente, se debe diferenciar el tipo de violencia que va dirigida a las mujeres por su condición de ser mujer, y con el fin de evitar que participen en la política. Para Krook y Restrepo, hay diferencias cruciales entre los autores, espacios, motivaciones, tiempo y formas de violencia.

Según las autoras, mientras que la violencia en la política se limita solo a la esfera pública y tiene detrás motivaciones que abarcan cuestiones puramente políticas, la violencia política de género se da en el ámbito público y privado, y las motivaciones se basan en los roles de género que se centran en los cuerpos de las mujeres y los roles sociales tradicionales para denegar o socavar su competencia en la política.

La violencia política de género se puede presentar de manera física, sexual y/o violencia psicológica. Según la declaración sobre la Violencia y El Acoso Político Contra las Mujeres, se considera que:

“Que tanto la violencia, como el acoso, políticos contra las mujeres, pueden incluir cualquier acción, conducta u omisión entre otros, basada en su género, de forma individual o grupal, que tenga por objeto o por resultado menoscabar, anular, impedir, obstaculizar o restringir sus derechos políticos” (MESECVI, 2015).

Las formas más evidentes de este tipo de violencia se representan en el acoso e intimidación por diferentes medios, los estereotipos y desinformación de género y, la difamación y divulgación no consentida de información. Asimismo, otras graves formas de violencia política de género son la invisibilización de las mujeres que forman parte de la política, y la baja participación de mujeres en la esfera pública. Según el Estudio Violencia Política Contra las Mujeres en Ecuador de ONU Mujeres, las mujeres que forman parte de los partidos políticos son poco escuchadas y, por tanto, relegadas de la toma de decisiones.

De igual forma, a pesar de que la Constitución de la República del Ecuador en su artículo 65 intente promover la representación paritaria en cargos públicos, y que con el Código de la Democracia busque un progresivo incremento en la participación electoral de las mujeres, en el país los datos siguen siendo desalentadores. Prueba de ello, las pasadas elecciones de 2021, en donde se puede observar una clara disparidad en cuanto a la participación política de mujeres y hombres, puesto que, de 16 partidos políticos tan solo una mujer fue candidata a la presidencia y nueve fueron candidatas a la vicepresidencia. Lo mismo ocurre en las elecciones de la Asamblea Nacional, de un total de 137 asambleístas electos 52 fueron mujeres y 85 hombres.

Es importante mencionar también que, la violencia política de género tiene un impacto negativo no solo para las mujeres que son víctimas, sino también para otras mujeres y para la sociedad en general. Esta violencia es desmoralizante, haciendo menos probable que las víctimas se presenten para una reelección y hace que dejen sus cargos políticos más rápido. (Krook y Restrepo, 2016)

La participación política de las mujeres es esencial para la construcción de una sociedad más equitativa. Se debe tener en cuenta que las mujeres constituyen la mitad de la población mundial, por lo tanto, no es posible pensar en un avance en la sociedad si media población aún carece de derechos y garantías en los ámbitos político, económico y social. Por esta razón, es vital que existan mujeres ocupando puestos de poder que puedan aportar al diseño de políticas públicas en favor de sus propios derechos en base a realidades poco visibilizadas.

De la misma manera, existen beneficios en que las mujeres participen en la política para el desarrollo de los países, Brollo y Troiano en su estudio What Happens When a Woman Wins an Election, muestran que las mujeres que han sido elegidas para ocupar alcaldías han aumentado considerablemente sus gastos en salud, educación y programas ambientales, en contraposición a los municipios dominados por hombres, que han dado más atención a las inversiones en infraestructura. Una mayor participación política de las mujeres puede tener efectos directos positivos en el desarrollo social y económico de las naciones.

Finalmente, la violencia política de género afecta inmediatamente a la participación política de las mujeres, ya que, sufrir cualquiera de las formas en las que ésta se presenta, crea un efecto repelente hacia la ocupación de cargos públicos. El impacto de este fenómeno repercute directamente en la sociedad y afecta su desarrollo en todos los ámbitos. Si bien, en el Ecuador se han impulsado medidas legislativas para intentar acabar con las varias formas de violencia de género, se ha comprobado que las mismas no han sido suficientes y se deben tomar medidas con un enfoque multidimensional que logre abarcar el problema en su totalidad.

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