La violencia sexual contra las mujeres es de carácter estructural. En Ecuador hay contextos generalizados de violencia agravados contra las mujeres en doble y triple situación de vulneración. La violencia contra los cuerpos e integridad de las mujeres es una manifestación de poder patriarcal que se reproduce en todos los niveles de la sociedad, no solamente en las cárceles del país.
Condenamos la difusión de imágenes revictimizantes hacia víctimas de violación sexual y pedimos al Estado realizar un profundo análisis de este problema en conjunto con todas las instituciones que tienen atribuciones para prevenir y erradicar esta mal, desde un enfoque de género y desde la educación en derechos humanos.
El Estado debe promover una línea de acción multi institucional dirigida a la solución del problema con estricto respeto a la dignidad humana de las personas privadas de libertad y con especial reconocimiento de la vulnerabilidad de la mujer dentro de situaciones de violencia, de manera que hechos tan atroces como los ocurridos, no se repitan.